¡Hagamos business pues!

Fotografía: Samu Hernández

Fotografía: Samu Hernández

Los primeros años del nuevo siglo, me dio por buscar información sobre desarrollo personal, dentro de los autores con los que me topé en ese momento puedo mencionar a Stephen Covey, con los famosos 7 hábitos de las personas altamente efectivas; John C. Maxwell, con el tema de liderazgo, Robin S. Sharma con algunos consejos sobre la disciplina personal; y por supuesto con Robert Kiyosaki y el libro “Padre rico, padre pobre” libro que a muchos nos resultó una dura bofetada, a otros algo difícil de creer, y para otros más, algo totalmente descabellado. Ésta lectura me afectó a tal punto que desde mis primeros trabajos buscaba tomar el “control” sobre mis ingresos y sobre todo el control en algo mucho más valioso para mi; el tiempo.
Hoy un poco más de diez años después, me resulta algo común y muy atractivo el hecho de emprender proyectos y por supuesto, trato de motivar a personas a realizar actividades de emprendimiento; actividades dónde tengan la oportunidad de hacer lo que les apasiona o en su defecto lo que se les facilita, y con esto tratar de tomar el control sobre sus ingresos y como lo decía antes, tomar el control sobre el tiempo.

Sin embargo me doy cuenta que para muchas personas esto no es muy importante, muchos siguen buscando la solución a sus problemas económicos en el famoso “pan duro, pero seguro”, hay otro grupo por ahí que en el peor escenario tratan de que sean otros los que se arriesgan, para ellos salir de la zona de confort cuando el territorio ya está asegurado.

Hace unas semanas me encontré una frase, de Tony Gaskins» que dice: si no construyes tus sueños alguien te va a contratar para que le ayudes a construir los de él». Frase que motiva a reflexionar sobre éste tema, y nos insta a emprender algún proyecto,  sin embargo para algunas personas el iniciar una actividad nueva, propia y desde cero, no es más que el último recurso a un problema financiero y en cuanto consigan algo «estable» dejan tirado el proyecto.
La pregunta es ¿Qué me impide emprender? Y la respuesta más común (y válida) es “la situación económica”, muchas veces ese “pan duro pero seguro” es lo que nos mantiene a flote y hay que dar gracias por ello, principalmente cuando ese pan no es tan duro en realidad… Pero cuando las personas no emprenden simplemente porque están en «piloto automático» ahí es más grave la situación a futuro.

Hoy, les quiero motivar a tomar el tiempo necesario para crear su “idea de negocio”. Y luego planifiquen la forma de iniciar con ese proyecto. Piensen a futuro, y no sean cortoplacistas, recuerden que nuestra generación no es como la de muchos de nuestros padres, quienes tenían acceso a un plan de retiro (forcivoluntario). Felicito a los que poseen una cuenta de ahorro a largo plazo como una forma de retiro, pero para los que no tienen una de éstas todavía, ¡pilas y hagamos business!

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